terça-feira, 27 de outubro de 2015

OMAR CASTILLO | Floriano Martins y Agulha Revista de Cultura


Floriano Martins es ante todo un poeta que se atreve a vivir su noción de realidad. Noción con la cual se comporta en el mundo. Su obra poética nos abre y dona su sentimiento vital hacia la realidad, su instinto para descifrar la luz y lo oscuro que la generan. Las imágenes que salen de sus metáforas, en su crear, se adentran por los resquicios más arduos del continuo humano, por las oquedades de su memoria. Con ellas escarba lo abrupto, lo sutil, y lo casi estéril de esa memoria donde se oculta el misterio. En sus poemas, su estro amoroso penetrando su escritura, los cuerpos y los signos que esta toca, es una de las características de su ver y crear, una muestra son estos versos de su poema “A quien sepa el nombre de ella”: “Ocúpame con tus senos y su álgebra frenética, / con la brevedad del abismo que cultivas en la mirada”. Su obra es enigma y revelación celebrándose en la danza que surge entre las ascuas del sueño y los delirios de la vigilia, danza que le permite al poeta aprehender las analogías, inclusive las más obstinadas y opuestas, donde yace el germen de la vida. El fuego de la otredad. La raíz en la semilla del tiempo.  

Con su obra poética, con sus traducciones de poetas del español al portugués, con sus ensayos sobre poesía, con las varias antologías preparadas por él, por su generosidad, Floriano Martins, desde su natal Fortaleza, Brasil, es un referente del suceder creativo en la poesía Iberoamericana. Un referente cuyo faro nos permite acceder a su obra y, también, encontrarnos con mucha de la poesía que se ha escrito y se escribe en español y en portugués.

Floriano Martins es de una amplísima actividad, no se imagina uno como hace para que el tiempo cotidiano le permita realizar todo lo que hace. Además de las actividades ya nombradas, tendría que agregar las dedicadas a sus intervenciones plásticas, a su labor fotográfica, a las tantas maneras como él nos participa su universo vivencial, creador. De su vasta aventura editorial es imprescindible la realizada desde 1999 a través de Agulha Revista de Cultura, cuyo número del mes de octubre de 2015, está dedicado a la admirable obra de la pintora Susana Wald.