terça-feira, 26 de agosto de 2014

DAVID CORTÉS CABÁN | La conquista de una singular escritura



Esta reciente publicación, Escritura conquistada – Conversaciones con poetas Latinoamericanos, Tomo I y II (Caracas, Editorial El perro y la rana, 2009), recoge cincuenta entrevistas de poetas que exponen sus puntos de vista sobre la poesía y el acto creativo. Siguiendo un orden cronológico (de países) para orientar la estructura y composición de ambos textos, el poeta y crítico Floriano Martins ha logrado fundir un panorama de voces que nos permiten un mayor aprecio de las personalidades aquí representadas: sus pensamientos y juicios valorativos, sus relaciones con las vanguardias y tradiciones literarias, del sentido del tiempo en sus obras, y de la crítica y lecturas compartidas.
En el primer Tomo se incluyen veinticinco poetas que representan los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba y la República Dominicana. El segundo Tomo lo comparten poetas de Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Puerto Rico, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Todos conforman un gran mosaico representativo y variado de la poesía latinoamericana contemporánea. En cada entrevista Martins indaga la relación del poeta con el lenguaje y la escritura, los temas y afinidades generacionales, el estilo y los motivos que abordan sus textos, las inquietudes y las relaciones literarias y humanas con otros autores. Para este propósito, Martins ha creado un puente que va de la expresión hablada hasta la realidad que proyecta el imaginario poético de estos escritores.   
Escritura conquistada… es una obra de un valor incalculable no sólo para los lectores que posean un amplio conocimiento de la poesía moderna, sino también para aquellos que deseen conocer la importante contribución de estos autores a las letras de Latinoamérica. Es ésta, sin duda, una obra que acerca distancias e ideas que convergen en un diálogo abierto al conocimiento, al respeto y la curiosidad de parte de un crítico que indaga el paisaje lírico, la cultura y el estilo que distingue y valida sus obras. A través de estas conversaciones Martins ha rescatado para los que hoy leemos poesía, y para las nuevas generaciones, el pensamiento de estos poetas. Es decir, Martins nos revela el perfil que sólo es posible descubrir conversando con el autor, o cuando inquirimos en su mundo a través de sus cartas si acaso nos muestran, o dejan entrever, lo más profundo de sus sentimientos. Por eso, estas conversaciones proyectan una información sumamente valiosa de sus vidas y de sus obras. Creo que en el ámbito de la poesía latinoamericana contemporánea ningún libro de entrevistas había agrupado hasta ahora a tantos poetas como lo ha hecho Floriano Martins en Escritura conquistada… Magnífico esfuerzo éste, y nada fácil, sabiendo lo escurridizo y difícil que es, en ciertos casos, entrar al mundo personal de un escritor. Un mundo que a veces reserva posturas y actitudes que pueden descubrirnos una imagen diferente del poeta. Aparte de esto, e independientemente de las posiciones que refleje la obra de un poeta, sabemos que cada escritor es un cosmos diferenciado por el tono, el estilo y su particular visión de mundo.
La publicación de estas entrevistas hay que considerarla como una extraordinaria aportación que facilita el estudio y conocimiento de nuestra poesía latinoamericana. Un legado que muestra a las nuevas generaciones el equilibrio justo y certero de lo que es la gran poesía de nuestra América. Un legado donde “…nuestro reino interior es sólo parcela de un reino mayor, que pertenece a todos” como nos dice Carlos Germán Belli (1927), de ese espacio compartido donde el humilde oficio del poeta resplandece silenciosamente. Ese oficio que puede darnos la satisfacción del instante y quizás garantizarnos nada de la vida, como bien señala el poeta mexicano José Ángel Leyva (1958) hablando de sí mismo: “ser poeta no me hace mejor persona, ni superior a otros, no me garantiza la verdad ni me otorga un sitio en la historia”, (palabras proféticas contra el ego, ¿no?).
Espejos relampagueantes, poetas que dejan la imagen esplendorosa de un verso en la mente del lector; poetas idos hacia la eternidad y poetas vivos, mundos ciertamente maravillosos para comprender la total dimensión de sus obras. He aquí en estas entrevistas sus palabras a través del leve fulgor de sus voces: “Hablo del poeta como el ángel…”, nos recuerda la voz del hondureño Roberto Sosa (1930), definición justa para sí mismo en el paisaje de sus versos; y el amigo don Manuel de la Puebla (1930): “la poesía es un modo de ver, de sentir y de apreciar las cosas”, así de simple y profundo su verso relampagueante sobre la página en blanco, ése cuya presencia estremece el alma dejando una emoción que apenas podemos definir. ¡Qué bien nos sentimos ahora aquí, al lado de estos poetas! Qué expansivo y cercano el mundo que nos presenta Escritura conquistada… Sin alejarme, y contra el viento que lleva el canto de los pájaros pienso que Gustavo Pereira (1940) anuncia lo que creo comprender: “No hay manera de eludir el destino, pues siempre tropieza uno con otro destino…” Sea esta obra, lector, parte de ese destino, tuyo y mío, y de todos los que quieran entrar a la casa de la gran poesía latinoamericana.  

[2011]

[Publicado na Agulha Revista de Cultura # 9 - Maio de 2011.]

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