A través del poeta suizo cubano Rodolfo
Hasler, he podido leer Alma en Chamas,
del poeta brasileño Floriano Martins (Fortaleza, 1957), autor de un extensa
obra en el campo de la poesía, el ensayo, la traducción y las Artes plásticas.
Entre sus libros se encuentran entre otros los poemarios El amor por las palabras (1982), Las contradicciones terribles (1987), Cenizas del Sol (1991), Tumultúmulos
(1994); siendo algunos de sus ensayos El
corazon del infinito (1993), Escritura
Conquistada (1998), El comienzo de la
búsqueda (Escritura surrealista en America Latina) (1998).
Alma en Llamas (Editorial Letra & Música,
Fortaleza/Brasil, 1998) reúne poemas escritos entre 1991 y 1998; el libro, ilustrado
con collages del propio autor, está dividido en varias partes que aún de
distinta concepción y cronología permanecen unidas por un hilo conductor claro:
estoica visión de la existencia plena de melancolía: “La otra punta del
hombre”; “Aula de pintura”; ”Pruebas finales”; ”Los miserables tormentos del
lenguaje y las seducciones del infierno…”; ”Columnas Circulares”; y una parte
final, “Notas de acceso”, recopilación de textos que estudiosos de su obra han
realizado sobre él.
Al leer Alma en llamas tuve la sensación de
haberme encontrado con una obra sorprendente, de una inusitada calidad, no solo
por la magnífica capacidad del autor para conseguir del lenguaje una hondísima
expresión lírica, sino también por la lucidez intelectual vertida en ese
ideario implacable y crítico con la cultura y el modo de pensar contemporáneo
que empapa toda la obra.
Noche en sus harapos implacables
[…]
Rosa encanecida en sus vértigos sublimes
Estos dos fragmentos
pertenecen al largo poema ontológico con el que comienza el libro “La otra
punta del hombre”. ¡Cómo no identificarse con esa bellísima expresión
fuertemente evocadora, con ese verso hondamente trágico que define la condición
humana. ¡Cómo no verse reflejado en estos impresionantes versos, en esa extrema
fragilidad humana que el dibuja con desbordado lenguaje metafórico
interrogándose en los espejismos del pensamiento! del lenguaje! de la
historia!. Su poesía es pasión insurrecta, construcción lapidaria en ricas
imágenes surrealistas.
La poesía de Floriano
Martins es filosofía poética, incesante búsqueda, diálogo a la intemperie entre
la vida y la muerte, sin saber al cabo sobre el cambiante escenario del tiempo,
quien es quien ante la calavera. Vida y muerte fusionadas en un solo anhelo, en
un solo rostro bellísimo y terrible:
la presencia de cenizas en el alma de todo árbol
que crece.
Su poesía trata de las
contradicciones en las que se debate el pensamiento contemporáneo, la soledad, la
conciencia múltiple del yo, lo fronterizo, el fragmento como vision del mundo, el
fracaso de las grandes corrientes doctrinales etc., etc.
Síntesis intelectual y
lírica. Arrebatado lenguaje poético, similar a aquel que la filósofa Maria
Zambrano bautizara con el nombre de razón poética, esa esencial fusión entre el
pensamiento y la sensibilidad lírica.
Ese primer poema del
libro “La otra punta del hombre” insiste en un tono de profunda derrota elegiaca,
el narrador se duele, rebelándose ante la impotencia de la condición humana, descarnada
indefensión pensándose en el tiempo.
El hombre es la condena del ser
Escombros de la propia inocencia, todo es
inocencia, bosque de mierda inocente en las llaves secretas de su pantano, espejos
musgosos, toda aparicion es
fulminante, proscrito el verdor del musgo, la alquimia del deseo, sobre la mesa
los muertos, el ímpetu de Dios, los espacios de su mutación.
“La otra punta del
hombre” resulta declaración de principios del corpus estético de Alma en Llamas. Todos los poemas que
siguen son constatación de esa desolación.
Otra de las partes más
impactantes del libro es sin duda la titulada “Los
tormentos miserables del lenguaje y las seducciones del infierno en los
instantes trágicos del amor de Barbus y Lozna”. En este conjunto de
poemas con grandes posibilidades para la representación teatral, el autor, tomando
como materia poética el encendido, y tormentoso diálogo amoroso entre Barbus y
Lozna viaja a profundidad a la noche del alma humana, hacia ese complejo
universo de atracciones y deseos, soledades y ruinas, abismos y levitaciones. Extraña
atracción por lo terrible.
Lo oscuro en mí te ama, parece
decir constantemente Barbus a Lozna. Contexto gótico para el amor, la
melancolía y la soledad. Sucesión de espejismos nuestras pasiones son un
paisaje interminable de contradicciones. Amor identificado con el abismo, la
belleza y lo mórbido. La seducción. La muerte comparece con el rostro de la
amada, pero “Los miserables tormentos del lenguaje…” es además un
cuestionamiento del propio hecho poético, una profunda reflexión sobre la capacidad
expresiva del lenguaje.
Esa disonante relación
de los amantes es metáfora de esa otra convivencia con el lenguaje, descenso o
vuelo a tumba abierta con las palabras y sus potencialidades expresivas. El
autor y la obra. Deseo y desengaño. Incapacidad de alcanzar la comunicación, la
fusion con la amada, la union entre signo y significado. La vida y la
literatura. ¿Historias paralelas?
¿La poesia es una catástrofe compartida?
¿La poesia es una forma posible de vida o de
muerte?
Lozna, nombre de muerta: Innumerable: por alguna
razón dejas caer en mi destino ese funeral, el misterio granítico de tu ausencia
es Tanatos, una sombra mortal que rasga mis versos. Por alguna razon una torre
de silencios avanza hasta la asfixia proverbial de mi soledad. Quieres
retirarme de la circulación, profanado amor, con tu nombre de cenizas y tus papeles en desuso. Solo por ti los
sobresaltos por nadie más, las perfectas diferencias de haber perdido los pasos.
¿En que se parece el amor a la muerte?
Requerimiento y espanto,
impotencia para entender los hechos del amor. Vivir como respiración en la
oscuridad, sintiendo como laberinto a Lozna y su ilegible distancia. Versos
levantando acta sepulcral de la ausencia, pero también versos de fuego
arrasador, de la pasión más sublime como paisaje confundido de pérdidas, tal vez el único espacio habitable para los amantes.
El centro del vértigo como centro del
mundo.
El amor es también una balanza de insignificados.
A su izquierda las tensiones del paraíso, a la derecha los siervos del infierno.
¿De donde viene el dolor?. Encontramos nuestro actos tan viciados de quejumbres
que la felicidad es desesperación.
¿Cómo hacer para tocar a una amada inaccesible?
No hay insulto pero sí espanto. El silencio estremecido que Barbus quiere
descubrir en el rostro modelado del cadáver de su amante, es el mismo cenit de
su propia existencia.Los elementos esenciales que firman el carácter de las
pasiones.Es una idea fija.
Todo en Alma en Llamas es lenguaje reflejando la
dualidad de la existencia: la apariencia y lo otro, la nieve y el desierto, el
éxtasis y las ruinas. Símbolo y vanguardia en un lenguaje de honda comunicación
lírica. El Surrealismo de Floriano Martins es surrealismo metafísico, crítico
con su tiempo. Poemas para el gran teatro del mundo. Melancólica poética
amotinada en interrogantes, meditación del ser dentro de la caverna platónica, las
sombras reflejandonse en otras sombras…
Los encuentros con la muerte toman al hombre por
el centro lo que no debria ser posible, un fantasma bajo el sol es un teatro
mucho mas singular por lo despreciable.La muerte es outra.
En la búsqueda de lo absoluto vivir se convierte
en delirio. Vivir en poesía es aceptar el riesgo. En la fiebre es alcanzada la
lucidez. Hágase en mí la palabra que nombre lo que ahora siento poseerme con
más fuerza que yo mismo.
En el camino del abismo la palabra indaga sus
letras ¿qué busca aquella que cae sobre sí misma? El poeta cae de sus
metáforas. Ensayamos el enigma común de la situación, el lugar, porque no
podemos soportarnos en el peso de las cosas que en nosotros se preparan. Jamás
ignoramos el espectáculo de nuestras ruinas, distinto escenario donde el hombre
actúa… Libro descompuesto en repeticiones. Hamlet encharcado de ilusiones. Habrá
siempre allí algo imposible de seguir.
Se diría que gran parte
de la existencia es para Floriano Martins una gran puesta en escena de
esperpentos goyescos, todo lo existente convertido en enigma. Nuestro
pensamiento lo sostienen espejismos. Tan solo proyección de las cosas sobre
nuestros aturdidos ojos, bien podría no existir el mundo y ser todo espejo, pura
invención de nuestra necesidades y deseos. Tal vez nada se salve en esta
lapidaria y apasionada dialéctica trágica, salvo ese incesante y arriesgado
vivir en poesía. Y esa bendita capacidad del propio autor para traducir en
belleza la narración de cuanto ocurre.
[1999]
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