segunda-feira, 8 de setembro de 2014

MANUEL CERPA | Teatro imposible, de Floriano Martins



El fin primordial del teatro fue representar lo extraordinario de la vida en un anfiteatro, luego fueron las máscaras, las grandes tragedias griegas, la poética de Aristóteles y algún tiempo después, eficaz e imperceptiblemente aconteció la inversión de la alegoría: la vida sería tomada como una obra de teatro cuya existencia obedece los designios o padece los caprichos de un dios dramaturgo. Los vanguardistas europeos nos revelaron que detrás de la máscara que somos no hay más que nuestra sombra o nada y soñaron con obras de escenificación imposible. La erudición infatigable del investigador que es Floriano Martins, aunada a la sensibilidad extensiva del poeta que supera todo tipo de fronteras lo convierten en el demiurgo que nos brinda otro teatro imposible.
El libro del ensayista, poeta y artista plástico brasileño hace de cada acto de la vida una extensión de la poesía capaz de poner en escena una máscara tras otra. Cada sección del libro, a excepción solo de una, comienza con un epígrafe que concentra el sentido de cierto tema en torno al cual la escritura va proliferando en una reverberación de cadencias envolventes que nos entrega tal longitud de versos que regularmente el verso mismo es abolido por la fuerza de su propio ritmo, capaz sin embargo de entregarnos con regular frecuencia lapsos nada menos que epigramáticos.
Teatro imposible ha sido editado en 2007 por la Fundación Editorial el perro y la rana, del Ministerio del Poder Popular para la Cultura en Caracas, Venezuela. Pertenece a la Colección  Poesía del Mundo, Serie Contemporáneos. El libro es rústico, de un poco más de doscientas páginas, impreso en octavos de un papel opaco y ligero, es decir, es un volumen que se puede llevar cómodamente a todos lados debajo del hombro, y que se debe llevar a todos lados porque su lectura, aunque no es sencilla, es envolvente.
El libro abre con una presentación anónima, grandilocuente y lacrimosa que se debe al Ministerio del Poder Popular para la Cultura y que debe ser la misma para cada obra que patrocinen. Tenemos después una Aclaratoria del autor en que se nos dice que “este libro reúne poemas editados e inéditos, desde 1991”. El poeta explica que a pesar de lo anterior la obra no es una antología sino “una nueva formulación de libro”. Está dividido en tres partes que el autor concibió como “tres paneles a la manera de una trama pictórica”: 1) “Campos quemados”; 2) “Estudios para un amor loco”; 3) “Teatro imposible”. En esta Aclaratoria, que es la verdadera presentación del libro, se refiere en breve pero de manera muy organizada la fecha y procedencia de cada panel, o sea de cada sección. Toda la obra ha sido traducida al castellano por la escritora y periodista argentina Marta Spagnuolo.
La primera sección o panel del libro, “Campos quemados”, está subdividida en: 1) “Cenizas del sol”; 2) “Sabias arenas”; 3) “Tumultúmulos”. Cada parte de este primer panel, como refiere minuciosamente el autor en su aclaratoria, fue publicada originalmente en libros individuales.
“Cenizas del sol” presenta en trece poemas, construidos en una prosa sumamente inquietante, el retrato de personajes movidos por sus pasiones y sus angustias. Personajes revestidos de una dimensión simultáneamente mítica y humana por virtud de sus nombres de procedencia hebrea o latina.
“Sabias arenas” y “Tumultúmulos” logran la parte más profundamente poética del libro, la más íntima. Son cantos elegíacos dedicados a la madre y al padre respectivamente. Algunos de estos versos bastan para demostrar la madurez de una sensibilidad doliente pero en cierta forma tranquila ante la pérdida: “Tú eres el dolor del fuego./El dolor de la luz coronando mi espíritu con/ las palabras de un texto perdido.” (11) En ambos se desarrolla con sutileza una analogía entre la vida y el texto pero en “Tumultúmulos” el poeta se sabe hijo y padre: “Desapareciste de la tierra días antes de que naciera mi hija” (35) La consubstanciación entre el padre y el hijo es posible gracias al fuego, que podría ser la muerte pero que el poder de la palabra lo vuelve la vida misma: “Soy yo: el nombre, las letras” (31), “Soy yo: la muerte, las ruinas” (32), “Soy yo: el libro, las voces” (33).
La segunda sección, “Estudios para un amor loco”, se subdivide en: 1) Extravío de noches; 2) “Los tormentos miserables del lenguaje y las seducciones del infierno en los instantes trágicos del amor de Barbus y lozna”; 3) “Dos mentiras”.
“Estudios para un amor loco” es de un claro erotismo depuradamente surrealista donde el protagonismo sigue siendo de la escritura como tema de fondo pero en el que la imagen se revela sin impedimentos como un cuadro que alternativamente se llena de sí y se depura hasta vaciarse: “Medito sobre tu cuerpo/ mientras se extingue/ una única vela encendida” (63).
“Los tormentos miserables del lenguaje y las seducciones del infierno en los instantes trágicos del amor de Barbus y lozna” puede verse en su unidad como un poema extenso y polifónico. Es un poema de un erotismo que logra ser amoroso y de un dolor triste pero ante todo es un poema que hace homenaje a la voz y al cuerpo: “Lozna es una herida que no cicatriza: son palabras con que/ el tiempo quiere despedirse de nosotros” (73). En este poema abundan las preguntas, como hace quien está de verdad enamorado y no encuentra, en su lucidez extraviada, más amparo que la ironía: “¿Qué es la catástrofe? ¿El peregrinaje de Barbus bajo/ los arcos de la muerte de su amor?” (102).
“Dos mentiras” está formado por poemas que vuelven a la mujer una deidad erótica y terrible. Después del epígrafe de Roberto Piva, hay otro, presumiblemente del autor, que resume, lo cual es una magistral constante, el sentido temático: “Lejos de la blasfemia, ningún dios resiste” (115). En este panel la voz es quien habla y es la voz de la fatalidad.
La tercera sección, “Teatro imposible”, ha sido subdividida en: 1) “La noche impresa en tu piel”; 2) “Autobiografía de un truco”; 3) “Escenas tomadas de un teatro imposible”
“La noche impresa en tu piel” es también un canto erótico a la poesía, al encuentro con la mujer como el encuentro con la escritura que batalla contra sí misma y paradójicamente se cumple gracias a su desasosiego. Es la vigilancias del poeta pero también su embriaguez: “Mañana comienzo a desaprenderte” (142).
“Autobiografía de un truco” nos arrastra consigo a la abismante reflexión que agobia a quien es simultáneamente crítico y por sobre todo poeta. Es claro que aquí la autobiografía es el hecho de decir diciéndose, de ser salmón en la corriente poética. Pero qué causes nutren esta fuerza. La voz se interroga a sí misma: “¿La lujuria de la escritura reside en su falsificación?” (151) Por más que se fatiguen estás páginas, parece que el poema no ofrece un veredicto; pero sí, en cambio la posibilidad de crear, como se abre una puerta hacia la noche, nuestra propia respuesta.
“Escenas tomadas de un teatro imposible” es un abigarrado reflejo no sólo de todo el libro, sino de la vida misma, habitada por reflejos como máscaras: “¿Habrá humanidad suficiente para este baile de sombras? Este teatro está habitado por una geometría onírica que tiende sus sombras sobre esa otra sombra que es la escritura que es la vida que es el teatro.
Finalmente tenemos una especie de coda titulada “Cae el telón” que a la vez está dentro y fuera del último panel del libro: “Escenas tomadas de un teatro imposible” y que cierra perfectamente con la congruencia del título la obra. Por último, presentada como apéndice aparece “Somos lo que buscamos”, entrevista que la también poeta y crítica literaria Ana Marques Gastão hace al autor. La entrevista, que no discurre sobre este libro, es una oportunidad de entender la dimensión artística y crítica de este poeta infatigable y lúcido.
“Teatro imposible” es un escenario verbal en que se despliegan “Las mascaras que guardan la terrible verdad sobre nuestras vidas” y es indudablemente el libro que cualquier poeta desearía firmar con su pluma.

[2010]

Manuel Cerpa (México, 1978). Actualmente estudia el Doctorado en Letras Romances en la Universidad de Cincinnati, es Maestro en Estudios de Literatura Mexicana y egresado de la Licenciatura en Letras hispánicas por la Universidad de Guadalajara. Ha sido profesor de Métodos de Investigación Literaria y de Literatura Europea. Fundó el taller de poesía Ion. Ha publicado poesía en diversas revistas de México. Es coautor de dos libros sobre análisis literario y de uno de cuento.  Es especialista en la obra de José Emilio Pacheco.  Contacto: enlaorillaletaldelapalabra@hotmail.com.



Nenhum comentário:

Postar um comentário